Capítulo 2.
Se pusieron a conversar, más tarde, pidieron la cuenta. Marcos había quedado anonadado por esa mujer, la sentía especial, conocida, SUYA. Pero nunca la había visto antes, o eso cree.
Se pusieron a conversar, más tarde, pidieron la cuenta. Marcos había quedado anonadado por esa mujer, la sentía especial, conocida, SUYA. Pero nunca la había visto antes, o eso cree.
Marcos: La cuenta, señorita *Mirándola y
sonriendo a la vez*
Victoria: Gracias *Responde tímida, pero
devolviéndole la sonrisa*
Pagaron y salieron del lugar.
X: Che, papá, quedaste embobado con esa
mujer…
Marcos: Sí, estoy ido, que mujer bella…
X: Total, es hermosa… Creo que vive acá a
la vuelta, hacete el tonto y anda a verla, por ahí tenes chances , jaaa.
Marcos: ¿Qué decís? ¿Estás loco? *Riendo*
Pasó la hora, y tenían que cerrar el
restaurante, Marcos se retiró y se dirigió a la casa.
Abrió, pasó por el baño, se duchó rápido y
se fue para la habitación. Allí se cambió y acostó. El sueño tardó en llegar,
ya que se había quedado pensando en Victoria. No sabía su nombre, ni de donde era, si vivía en el pueblo, NADA.
Por otro lado, Victoria llevó a Rocío en
auto, la dejó en la casa de los padres, fue para su casa, llegó, apagó todo y
se fue a dormir, había sido un día demasiado largo, necesitaba descansar y
desconectarse de todo.
Al otro día, Marcos no trabajaba, Victoria
supuso que no tendría mucho trabajo, pero el saber que tenía que trabajar hasta
las 22:00 la mataba. Tenía ganas de no trabajar más, de dedicarse a ella, de no
tener que estar pendiente de horas, ni de trabajo.
Se levantó, pasó por el bañó, bajó a
desayunar, se lavó los dientes y salió rumbo a la zapatería.